En este post te platico todo lo que sucedió durante mi cesárea.
Mi intención con este post no es para asustarlas ni para que se estresen.
Es para que no lleguen el día de la cesárea con la incertidumbre igual que yo y tengan una idea de lo que probablemente sucederá.
Pero sobretodo investiguen bien antes de que nazca su bebé, a mi no me gusto mi cesárea, no por la cicatriz, porque para nada fue Humanizada.
Mi paso por la cesárea… todo lo que sucedió antes, durante y después
El día más esperado, con muchos nervios y pocas horas de haber dormido fue como llegue la mañana que me programaron para mi cesárea.
¿Porque elegí que el nacimiento de Elián fuera por cesárea?
En la semana 38 me programaron porque Elián venía pélvico.
Consulte con varios ginecólogos y la mayoría coincidió que era muy peligroso entrar en labor de parto sí el bebé venía en esa posición.
Ya que terminaría siendo una cesárea de emergencia.
Solo un Doctor nos dijo que dejáramos que siguiera creciendo y que me esperara a cuando el bebé quisiera nacer.
Que cada día dentro del útero es esencial para el bebé.
Ya que nacer antes de la semana 38 se relaciona con más complicaciones tanto respiratorias, auditivas, de aprendizaje, entre otras.
Y que es muy relativo nombrar que un bebé de 38 semanas es un bebé a término.
Ya que se le considera a término temprano, y que un bebé a término es entre las semanas 39 y 40.
Sin embargo, tuvimos miedo ya que la mayoría concordaba que era más riesgoso que naciera en esa posición.
Y que entre más tiempo me esperara más riesgo de entrar en labor de parto existía.
El nacimiento de Elián
Aquel día, llegue a las seis de la mañana.
Me asignaran habitación y me pidieron que me quitara toda la ropa y me quedara con la pura bata.
Llegaron por separado el pediatra, anestesiólogo y ginecóloga a explicarme el procedimiento.
El anestesiólogo me explico cada uno de los riesgos y todo lo que iba a suceder en el quirófano.
Lo que hizo que me estresara aún más, posteriormente firme la hoja de consentimiento.
En seguida entró la enfermera me coloco el catéter con el suero, llamo al camillero que vino en una silla de ruedas para llevarme al quirófano.
Llegamos a los quirófanos, antes de entrar me pidieron que me recostara en una camilla para ingresarme.
Me metieron al quirófano, cargando me cambiaron a la mesa de operaciones.
Sentí un hueco en el estómago y sentí lo frío de la mesa de operaciones, ya estaban ahí todos los médicos y enfermeras.
El anestesiólogo me pidió que me recostara en posición fetal para que me pudiera colocar la anestesia, la cual me dolió bastante.
Sentí cada que pasaba la anestesia como si se estuvieran abriendo mis caderas.
Después dejé de sentir mis glúteos, mis piernas y fue cuando me voltearon para recostarme porque ya no me podía mover.
El anestesiólogo me picaba como con una aguja en el vientre para ver hasta donde ya no sentía y ver qué no se me subiera de más la anestesia.
Porque, me dijo que si subía de más podía empezar a tener dificultades para respirar.
Me sentía súper expuesta porque sabía que estaba desnuda, y sin poder ver lo que sucedía.
Me dijeron que me iban a meter un catéter, no sabía si estaba tapada o no, o si solo estaba descubierta de mi panza.
Comenzó la cirugía, pusieron música (no recuerdo que música era, pero recuerdo que no me gustaba) me puse súper tensa porque no sentía mi cuerpo.
Me estrese tanto que el anestesiólogo tuvo que platicar conmigo para distraerme.
Empece a sentir como jalones en mi estómago, no sentía dolor, y también me dieron ganas de vomitar.
Pasando un rato el anestesiólogo me dijo “ya va nacer tu bebé, tu esposo ya está aquí”, yo no veía nada.
Cuando sacaron a Elián sentí súper raro, mucho movimiento en mi vientre y una sensación inexplicable, no era emoción.
Para mi fue algo así como una sensación de separación, de que mi bebé ya no estaba conmigo y empecé a llorar.
Todos mis miedos que tenía, como que si no nacía bien mi bebé, o si no lloraba al nacer.
Desde que comenzó la cirugía los olvidé por completo, en seguida vi como pasaron a Elián a un lado para limpiarlo y vi a Alex a un lado de mi.
Mientras revisaban a mi bebé, volví a sentir ganas de vomitar y sentí que no podía respirar.
En ese momento me estaban suturando, y el anestesiólogo me tuvo que poner otro medicamento para que me relajara.
Posteriormente, me pasaron a Elián, por fin lo tuve en mis brazos, y fue que me relaje por completo estaba junto a Elián y Alexis.
Tomaron fotos, no podía dejar de ver a mi bebé, sacaron a Alexis, se llevaron a mi bebé a los cuneros.
Lo que sucedió después de la cesárea
Aún estando en el quirófano, la enfermera y anestesiólogo me pasaron a la camilla para llevarme a una sala de recuperación, estuve dos horas en la sala sola.
La tensión volvió, porque aún no sentía mi cuerpo, sentí la desesperación de querer moverme, sentía adormecidos también mis brazos y mis manos.
De vez en cuando iba la enfermera a revisarme, estaba desesperada porque quería estar con mi bebé.
Ademas sabía que era esencial pegarme a mi bebé durante los primeros minutos de vida para tener una lactancia exitosa, y ya había pasado mucho tiempo.
Deseaba que no hubieran sacado a Alexis para que mínimo estuviera platicando conmigo.
Me dijo la enfermera que cuando ya pudiera moverme un poco me subirían, me enfoque en tener que moverme, y logre mover un poco mi pierna.
La enfermera llamo al camillero, me cambiaron de camilla, me subieron a la habitación, y pidieron que subieran también a mi bebé.
Llegue a la habitación, estaban mis suegros en una salita adjunta a la habitación, estaba Alex acostado en el sofá cama.
Atrás de mi llego mi mamá, su comadre, y llego Elián en su bacinete cuando me estaban pasando a la cama.
Todos pasaron a ver a Elián, yo aún no podía moverme completamente, no sentía mis pies, me sentía sucia, me quería bañar, me daba un poco de pena como me veía.
Ya más tarde comencé a sentir de nuevo mi cuerpo y con ello vino dolor, sueño y hambre, porque ya llevaba más de 14 horas sin comer, ya que me pidieron 10 horas de ayuno para la cirugía.
Y también empezó el estrés de no tener idea de cómo cuidar a mi bebé, me di cuenta lo difícil que era la lactancia materna y me costaba muchísimo trabajo levantarme de la cama y caminar, tenía mucho dolor.
En la noche empecé a tener mucho dolor, llore y pensé que estaría así días enteros.
Pero al día siguiente me pude mover más aunque Alex me tuvo que ayudar a bañarme, porque me costaba trabajo realizar ciertos movimientos.
Con el transcurso del día, logre moverme más y sentirme mejor.
A pesar de que se escuche algo cruda mi historia, fue un momento muy especial, aunque me hubiera encantado que no me hubieran separado tantísimas horas de mi bebé.
Y ya que tenía que ser una Cesárea, me hubiera gustado investigar mejor y saber que existen Cesáreas Humanizadas.
Y claramente disfrutaría más ese día y súper importante dormiría más antes de la cesárea para estar descansada.
Espero mi historia te gustará y sobretodo te diera una idea de lo que pasa en ese día, te pido con este Post que investigues mucho, busques opciones de nacimiento y si tiene que ser Cesárea, por favor busca que sea Humanizada.
