En este Post te platico cómo disfruto de los placeres sencillos de la vida.
Se que en el post anterior no explique exactamente cómo gozar de los placeres sencillos que nos da la vida.
Por eso quise escribir una segunda parte para que te quedé más claro.
Los pequeños placeres de los que te hablo son esas cosas que te rodean y pocas veces te das la oportunidad de disfrutarlos.
Tales placeres como:
- Sentarte pasivamente a ver un atardecer.
- Ver unos pájaros volar.
- Gozar de la tranquilidad de la naturaleza.
- Ver jugar a tu hijo con esa autenticidad con la que nació.
Esas pequeñas y sencillas cosas que no sabemos disfrutar y pasamos por alto.
Lo que quiero que comprendas es que si no logras disfrutar de lo más sencillo que te rodea.
Te será también difícil disfrutar de los placeres más ricos, tal como escribí en el post anterior.
A muchos nos pasa que no sabemos disfrutar el momento, no gozamos los placeres sencillos.
Nos perdemos en el pasado y en el futuro, y simplemente no sabemos estar y disfrutar el presente.
Y todo eso pasa porque a cada uno nos falta mucho trabajo interior.
A lo largo de este aprendizaje y crecimiento personal, encontré que muchos vamos en busca de la felicidad haciéndonos de cosas externas.
Acumulado objetos materiales, y cuando logramos conseguir eso que creíamos que nos brindaría felicidad, al final nos damos cuenta que no nos da tanta felicidad como suponíamos.
Así que cada vez andamos en una búsqueda de un tesoro mayor.
Y lo mismo sucede con las personas con las que nos rodeamos, esperamos que aquella o aquel nos de la felicidad y amor que nos hace falta, pero caemos en lo mismo.
Ningún objeto y ninguna persona, será capaz, escúchalo bien, de llenar nuestro vacío interior.
Eso es lo que buscamos al acumular tesoros y lo que esperamos al unirnos con alguien, sin embargo no somos conscientes de ello.
Todos esos vacíos que tenemos, son de todo lo que te he venido hablando, a lo largo de otros post.
Son las creencias limitantes, las heridas de nuestra infancia.
El que muchas veces llegamos a cierta etapa de nuestras vidas y no sabemos quienes somos y que queremos de la vida.
O simplemente alcanzamos el tesoro que pensamos nos traería la felicidad y nos damos cuenta que no era lo que esperábamos.
Obtenemos ese puesto que tanto queríamos, compramos el auto de nuestros sueños, empezamos a vivir la vida que pensábamos que nos llevaría a la felicidad.
Y nos damos cuenta que tengamos lo que tengamos seguimos igual, igual de vacíos, igual de infelices.
Para disfrutar de todo lo que nos rodea en nuestro exterior y nos haga brillar de alegría y felicidad, hay mucho trabajo que hacer.
Un trabajo que todos debemos hacer, y es buscar en nuestro interior, si nuestro interior esta sano y feliz, cualquier cosa por más sencilla que sea nos brindará amor, alegría, felicidad, paz, todo lo que siempre hemos querido.
En cambio si internamente te encuentras con un gran agujero, que compres lo que compres, te den lo que te den, hagas lo que hagas, no se llena, es porque estas buscando por el camino equivocado.
Para llenar tu vacío, tienes que trabajar en tu interior, para así poderte ir completando sola, mientras más sano este tu interior más bello te parecerá todo lo que te rodea.
El trabajo interior es algo que cada uno debemos trabajar, aprender de todas las lecciones que te ha dado la vida, entiende que lo que te ha pasado tiene un significado, y cuando encuentres el significado, habrás sanado y aprendido una de las lecciones que te ha mandado la vida.
Sanate a ti misma, encuéntrate a ti misma, busca adentro de ti, no afuera, porque afuera no esta la felicidad, esta en tu interior.
Si quieres conocer más herramientas en mi próximo taller de autoconocimiento te las proporcionaré.