Cuantas veces nos ha pasado o hemos pensado que: “NO somos lo suficientemente buenos para algo”.
Para este trabajo, para mi hijo, para tener un hogar, para hacer alguna actividad, para esa persona que nos gusta, para ser amiga de alguien, para ser buena hija, para tener un blog, y la lista no termina…
Si te contara las veces que me dije y pensé que no era lo suficientemente buena para algo.
O lo suficientemente buena mamá no tendría fin.
Por eso, se que ese pensamiento nos ha hecho sentir angustiados, incluso nos ha provocado lágrimas, sin mencionar la enorme frustración y el miedo.
Entendí que muchas veces vivimos en una cultura donde a menudo nos llegamos a sentir insuficientes en lo que hacemos.
Y por eso pienso que mucho depende del círculo donde hemos convivido y donde nos hemos criado.
Y es que si te pones a pensar a veces no solo son imaginaciones en tu cabeza.
En ocasiones tanto de forma implícita como explícita las personas sin querer te hacen sentir así.
Es más desde que éramos pequeños nuestros padres o algún maestro, o algún amigo lo hicieron.
Con eso te digo que quizás nosotros mismos se lo hemos hecho a otras personas e incluso a nuestros hijos.
El problema es que a pesar de todo debemos entender que no somos insuficientes.
Quizás no somos tan buenos como quisiéramos pero eso no quiere decir que con el proceso no podamos ir mejorando para ser mejores en algunas situaciones.
Como en un trabajo nuevo, en nuestra maternidad, o en alguna actividad física, o ser más seguros y aprendamos a relacionarnos.
El problema es que muchas veces nos enfrascamos en que no somos lo suficientemente buenos.
Y dejamos de intentar por miedo a fracasar.
Recuerdas que mencione que quizás algún conocido sin querer te ha hecho sentir así o hasta nosotros mismos lo hemos hecho.
En realidad es que algunas personas tienen o tenemos el chip de no dejar hacer algunas cosas a los demás prefiriendo hacerlas uno mismo.
¿Cuántas veces hemos hecho algo porque suponemos que los demás no son suficientemente buenos para hacerlo?
O ¿Cuántas veces tus padres te dijeron lava los trastes y terminaron haciéndolo ellos porque decidieron que no eres lo suficientemente bueno para hacerlo como a ellos les gusta?
Al final cada que alguien termina haciendo las cosas por nosotros, en nuestro interior pensamos “que padre así ya no lo hago”.
Pero inconscientemente con que pensamiento crees que se quedará tu mente si a menudo te recuerdan que no eres lo suficientemente bueno.
Si te pones a pensar en las veces que tu has hecho lo mismo con alguien, te darás cuenta que sin querer si que lo has hecho.
En este momento se me viene a la mente un ejemplo:
A veces cuando estoy con Elián y de repente tiene toda la intención de hacer algo, como beber agua en un vaso de vidrio.
Me doy cuenta que lo primero que solía salir de mi boca es decirle: “no puedes hacerlo, estas muy chiquito para tomar agua en un vaso de vidrio”.
Pero en su lugar, mejor le ayudo y pienso que sin querer pude darle un mensaje erróneo.
Sin duda, ese es un ejemplo de muchos.
Por ese motivo, mencionaba antes lo de vivir en una cultura donde desde pequeños hemos aprendido a que no somos lo suficientemente buenos, grandes, etc., para hacer algo.
Y claro al pensar que no somos lo suficientemente buenos para algo, eso crea dolor, ansiedad, depresión, e incluso miedo, miedo a continuar o miedo por alcanzar nuestras metas.
Creo fielmente que debemos comenzar a combatir esas supuestas insuficiencias no haciéndoles lo mismo a nuestros hijos, a nuestros esposos y a los demás.
Y por favor no dejes de hacer algo que quieras lograr por creer que no eres suficientemente bueno.
En el siguiente post te platico como podemos combatir este miedo o inseguridad y como podemos empezar a sentirnos suficientes.
