En este post Dany nos comparte su experiencia como mamá y el amor que la ha transformado.
// EXPERIENCIA DE MAMÁ
Ser fuerte, fue una idea que durante mucho tiempo entendí como una cualidad exclusiva para algunos; para aquellos con cuerpos atléticos, para los súper dotados.
Era la característica que mejor definía a quienes podían lograr retos inimaginables, como cargar cientos de kilos o hacer acrobacias impresionantes.
En mi pasado no lograba imaginar que la maternidad entrara en ese concepto.
Solo fue hasta que me convertí en mamá que logré entender que las madres, somos quizás, las más fuertes.
Más allá de pretender ubicarnos como seres superiores, lo que la experiencia me ha dejado aprender, es que las mamás somos capaces de resistir y soportar cualquier adversidad, dificultad o situación que se presente. Y todo eso movido por el amor.
Dar vida a otro ser humano, ha sido mi proceso transformador más intenso. Observarme en los ojos de mis hijos y darme cuenta que ellos son una muestra clara de quien soy, me han hecho cuestionar mis creencias, mis ideas, mis apegos, mis pensamientos y mis acciones.
Cada día es un reto diferente, cuando siento control sobre alguna situación, algo ocurre, el escenario cambia y me vuelve a retar.
La maternidad es mi desafío, es la escuela más importante en mi crecimiento y la forma más hermosa en que entiendo el amor incondicional.
Mis hijos son mi inspiración, son el motor que me levanta, que me exige, que me deja ver más allá de las limitaciones, y me hace sentir la responsabilidad de formar buenas personas.
Verlos crecer y vivir no lo cambio por nada. Nunca supe cuánto amor tenía en mí corazón, hasta que me llamaron Mamá.
Escrito por Daniela Velazquez
Para conocer más sobre Dany no olvides visitar su cuenta de Instagram @danyvelazquezr
