Qué pasa después de estar embarazadas, cuando estamos embarazadas todas sabemos lo mucho que cambiaran nuestras vidas al convertirnos en mamás.
Lo sabemos porque vemos lo mucho que ha cambiado todo estando embarazadas.
Y antes de tener a nuestro bebé con nosotras añoramos varias cosas como:
- Regresar hacer ejercicio.
- Comer las cosas que nos gustaban y que ahora nos causan agruras por las noches.
- Dormir sin tener que levantarte a orinar cinco veces en la madrugada.
- Caminar sin que te pese el cuerpo o te duela la espalda.
Queremos que nuestras vidas sean un poco como antes, como a lo que estábamos acostumbradas.
Y a pesar de saber que nuestras vidas cambiaran deseamos que nazca nuestro hijo para hacer cosas que estando embarazadas no podemos hacer.
¿Qué pasa cuando nace nuestro bebé?
Tratamos de regresar a lo que era antes de estar embarazadas, pero no es tan fácil, simplemente no será igual.
Podremos hacer algunas cosas como hacer ejercicio.
Pero no podrás pasarte dos horas y media en el gimnasio, como antes lo hacías, a menos claro que vivas de eso.
No podrás salir de noche hasta altas horas de la madrugada.
No tanto porque no puedas, pero sí eres una mamá que valora dormir tanto como yo, prefieres regresar a una hora más adecuada, simplemente porque sabes que al día siguiente no podrás despertarte hasta medio día.
Al final de un mes te das cuenta, que nada podrá ser como antes.
Y pienso que, eso es una de las causas de tristeza o depresión, debido a que no están fácil asimilarlo.
A veces al estar tan agotadas pensamos en lo que antes teníamos y hasta quizás pensamos que no supimos valorarlo.
Como prepararnos un almuerzo con calma o darnos un baño sin presiones.
Pero parte de estos sentimientos son por las hormonas, por no dormir bien, por sentirnos solas en esta etapa de ser mamá.
Claro que nos sentimos así, aunque nuestras parejas nos estén apoyando, ya que, no es por otra cosa más que por la presión de ser buenas madres.
Igual el que de repente nuestro hijo no deje de llorar, termina haciéndonos sentir muy frustradas y estresadas.
Tomate todo con calma y todo a su tiempo
Lo que te puedo decir, es que, en cuanto tu cuerpo se acostumbre a no dormir de corrido, a que las pocas horas que duermes son suficientes y reparadoras.
Y finalmente logres acoplar tu tiempo para hacer algo que antes te gustaba, todo fluirá mejor.
Pero se trata de tener muchísima paciencia, al final la cuarentena (del embarazo) pasará, y podrás ir haciendo más cosas.
Lo que no entendemos es que naciendo nuestro bebé, requerirán otros meses más para adaptarnos a esta nueva etapa.
Y creemos que el lugar caótico en donde nos encontramos durará así para siempre.
Pero al final resulta que no era tan caótico.
Solo era cuestión de dejar pasar el tiempo y abrazar esta nueva vida, que resulta es mejor de lo que creías.
Y por fin puedes decirle adiós a aquella vida que antes conocías.
Es real lo que dicen que te escondes en la bañera para llorar.
Pero es que estamos tan sofocadas que en la bañera es donde encuentras la forma de sacar todo, es el único momento que tenemos solas.
Pienso en mis días en la bañera, cuando lloraba porque no sabía como ser madre y no quería que nadie lo supiera.
Lloraba porque extrañaba mis días de antes, lloraba porque estaba muy cansada, lloraba porque me exigía mucho, pero sobre todo lloraba porque eran demasiados los cambios por asimilar.
Pasa que al ser mamás pensamos que no podemos permitirnos algún error.
Y yo en menos de un mes ya había cometido un montón, tanto que Elián termino internado en un hospital, pero esa es otra historia.
Pensamos que al ser mamás, ya debemos ser lo bastante adultas como para ir y meter la pata.
Y cuando la metemos duele un montón, porque te preguntas que pasa con ese “instinto materno” del que tanto hablan, ¿qué a mi no se me otorgo?
O será que no debí ser madre, o soy la peor mamá que hay en el mundo, y claro que la respuesta va ser siempre no, no lo eres.
Como adultas no se nos permite tener errores, pero cómo no los vamos a tener si nunca habíamos sido madres.
Es como cuando tu bebé apenas aprende a levantarse, a dar sus primeros pasitos, se cae, se levanta y lo vuelve a intentar.
Así es como es ser madres, caerse, levantarse y volverlo a intentar.
No podemos esperar hacer todo bien, si nunca lo habíamos hecho, pero si podemos aprender cosas que nos ayuden a mejorar en nuestro papel de madres.
Sin embargo, muchísimas cosas conforme la marcha las vamos a ir aprendiendo, es difícil ser mamá, pero siempre se trata de volver a levantarse y seguir.
Pasando los meses tu nueva realidad es mejor de lo que pensabas.
Solo es cuestión de esperar con paciencia a que nuestro cuerpo se adapte a los nuevos cambios.
No esperar que tengamos la respuesta a todas las preguntas, preguntar cuando no sepamos algo sin miedo a que nos juzguen.
Y algo que me ha ayudado bastante es recordar que afuera hay muchas mamás como yo, que quizás están viviendo o vivieron algo similar a lo que estoy viviendo, por eso esta perfecto buscar ayuda.
Recuerda todo pasa con el tiempo, probablemente habrá caídas en tu camino solo hay que saber levantarse y continuar.