En este post te platico sobre como nuestro pasado puede afectarnos tanto como a los que queremos.
Desde que me convertí en mamá supe que tenía que sanarme a mi misma.
Si bien ya habían pasado varios años desde mis últimos episodios de Depresión, el miedo me invadió inmediatamente, cuando supe que sería mamá.
Me aterró traer a un niño al mundo sabiendo todo por lo que yo había pasado.
Me inunde de miedo porque no podía no imaginarme a mi hijo pasando y sufriendo por lo que yo viví.
Mi deseo más grande fue, POR FAVOR que mi hijo no sufra tanto como yo sufrí, y fue entonces que comenzó este trabajo.
Este trabajo interior que no había terminado y que había dejado en pausa.
Y fue así, que me di cuenta que no sólo yo como ex-paciente de depresión tenía que cuidar de mi mente.
Supe que todos los seres humanos debemos empezar por este camino.
Hoy te platicaré un poco de mi historia y algo que justo no me había dado cuenta que no estaba trabajado.
// Lo que paso hace poquito
Es real que vengo trabajando arduamente en mi sin parar desde que nació Elián.
Han sido muchos momentos de aceptación, de valentía, y también de muchas lágrimas.
He roto tantísimas creencias limitantes que tenía, como nunca lo había hecho.
Y justo cuando creía que ya estaba todo sanado, que lo más fuerte lo había reconocido y que mis miedos ya estaban en camino a superarse, paso algo.
Lo que te platicaré es un tema vulnerable para mi y quizás me da un poco de pena que lo sepas, pero vi importante platicártelo.
// Me cuesta mucho trabajo socializar
Desde que tengo uso de razón recuerdo que ha sido una de mis mayores dificultades, desde la primaria en adelante.
Soy un tanto introvertida, no soy la chica fiestera, la amiguera, ni la popular, etc.
Lo cual no considero malo, sin embargo, no me había percatado de esta dificultad.
Porque estaba muy cómoda con mi familia y encerrados en nuestro pequeñito circulo social.
Y no creo que este del todo mal, lo que esta del todo mal, es que esto me causa mucha inseguridad.
Si bien es real que he platicado con muchas personas a través de mis redes sociales, y que ha sido magnifico.
También es real que eso solo me pasa cuando esta el teléfono de por medio, o la computadora.
Y pasa que cuando tengo que platicar o expresarme enfrente de alguien sobretodo que no conozco me invade el nervio.
Me invade eso que vengo trabajando desde hace mucho y es el que dirán.
Y me di cuenta que no lo había trabajado precisamente porque en mi pequeño circulo social no pasa nada, ya me conocen tal cual soy y bueno resulta que somos familia y que todos nos queremos mucho.
Pero me percate que si no lo trabajo ya, puede repercutir en la vida social de mi hijo, justo lo que les he venido platicado a lo largo de mis post de Instagram y lo que impartiré en mi siguiente taller.
Bendito taller, bien dicen que lo que enseñamos es lo que más tenemos que aprender.
Y ¿por qué puede repercutir en la vida de mi hijo?
Porque yo entre broma y broma decía: “por mi mejor que Elián no tenga que ir a la escuela”, así no se tiene que enfrentar a muchos retos que yo viví.
Desde sentirse rechazado por un grupo de niños, o sufrir bullying, o querer parecerse a tales personas, y su esencia que tanto hemos protegido su papá y yo, la termine perdiendo por querer ser como otros.
// Tengo que trabajar en mi Inseguridad
Si no trabajo este miedo que traigo muy probablemente se lo pasaré a Elián.
Elián no sabrá socializar, porque su mamá no tiene idea de como hacerlo.
Recuerdo que a menudo me veía como esas mamás que para nada charlan con las mamás de sus compañeros.
Y creo que eso no le ayudaría para nada a mi hijo, yo misma le impediría en cierta forma esas interacciones, ya que, no creo que lo invitarían a una fiesta de un niño, si yo ya puse un muro de por medio.
Eso y un sin fin de cosas más que en un inició no le ayudarían, y que seguramente ya más grande el tendría que trabajar para no sentir esa inseguridad que yo le pase.
Hoy se que me causa esta inseguridad y que es lo que tengo que trabajar, como quede en platicarles todo, enseguida se los cuento.
// Trabajar con mi mente
LA MENTE NO DISCRIMINA y piensa que estoy en aquel momento en los que me llegue a sentir muy avergonzada.
Hablase de que me estaban juzgando, o yo pensaba que la gente se estaba burlado de mi y criticando.
En realidad si tuve momentos en los que se burlaron de mi abiertamente, pero a medida que paso el tiempo.
Esos momentos pasaron, y la que de inmediato se criticaba era yo.
Me criticaba por como hablaba, por mis dientes, por mi acné, por mis cicatrices, porque no era tan bonita como otras, por mi ropa, etc.
Y que dolor tan grande el darme cuenta que para nada lo había trabajado y superado.
Pero bueno ahora me toco junto con ustedes percatarme de esto, y seguramente les estaré escribiendo y platicando sobre como va mi trabajo interior.
Gracias porque llegaste hasta acá, me siento muy conmovida porque me leíste.
Recuerda todo absolutamente todo es un trabajo en nuestro interior.
Lo primero fue darme cuenta que, hay algo que aún esta afectándome, y segundo que si no lo trabajo seguirá afectándome y se lo transmitiré a mi hijo.
Definitivamente prefiero trabajarlo yo, a embarrar a mi hijo con mis inseguridades.
Próximamente en una carta te platicaré que evento desencadeno esta revelación.
Recuerda nunca es tarde para Liberarte de tu pasado!